martes, 29 de diciembre de 2009

Gracias a Dios por las bodas gay

Espero que los nuevos matrimonios gay no padezcan la epidemia de divorcios que padecemos los heterosexuales... El documento que consta, ante la sociedad civil, la unión de dos personas que deciden convivir juntas no necesariamente implica el aseguramiento de la pasión amorosa, sin embargo, sí hay que celebrar el decreto que permite la unión de parejas homosexuales en el DF porque eso significa que no únicamente algunos que se dicen de buenas costumbres detenten las garantías y el derecho para existir como personas. Pienso que todos tenemos libertad de elegir el estilo de vida que deseemos y que sea reconocido socialmente para el respeto de los espacios y las expresiones. Después de tantas noticias funestas, ésta, sobre las uniones entre personas del mismo sexo, me parece una buena noticia porque implica la vigencia de las libertades y las garantías de los ciudadanos. Aún a pesar de que el Gobierno del país siga comandado por mentes obtusas intoxicadas de doctrinas medievales.

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